sábado, 27 de septiembre de 2008

Cádiz y su costa

Este verano también pasé unos días en Cádiz. Esta ciudad me recuerda de inmediato a una ciudad colonial, con sus estrechas y largas calles y con el colorido de sus edificios.

Cádiz es una ciudad para pasear y perderse por sus calles, para ir descubriendo a nuestro paso las maravillas que nos encontramos como la Catedral, la playa de La Caleta, la plaza de España... Eso sí, paciencia y mucha a la hora de comer porque tranquilamente puedes tardar 2 horas en terminar, pero también es verdad que todo está muy rico.

Algo que uno no se puede perder en esta ciudad es contemplar el atardecer. Es precioso ver como el Sol se va escondiendo poco a poco en el Mar.

Y si queréis ver unas vistas preciosas de la ciudad os recomiendo que visitéis la Torre Tavira y de paso conocéis la Cámara Oscura donde podréis disfrutar de un singular recorrido por toda la ciudad. De verdad que es muy interesante.

Por otro lado, no podéis dejar de visitar Sanlúcar de Barrameda y sus carreras de caballos en la playa, Jerez de la Frontera y sus bodegas, las ruinas de Baelo Claudia en la playa de Bolonia, Vejer de la Frontera, el Parque de Doñana y realizar la Ruta de los Pueblos Blancos.






lunes, 1 de septiembre de 2008

Parque Nacional del Teide (Tenerife)

Uno de los lugares que más me gustó de mi viaje a Tenerife fue el Teide y las Cañadas del volcán. Es curioso como, según te vas acercando al pico más alto de España, va cambiando el paisaje, la forma y el color e incluso te das cuenta que hay vida en ese paisaje tan inhóspito.

Tuve la inmensa fortuna de poder subir a lo más alto del Teide, eso sí pidiendo antes el permiso especial. El camino, aunque no es difícil, se hace un poco duro por la falta de oxígeno. Es fascinante como el cuerpo humano se adapta a los cambios tan rápidamente. No sé muy bien como expresar lo que sentí cuando llegue a la cima, era como estar en el fin del mundo. Daba igual el olor a azufre, se estaba tan bien ahí arriba...

Hay multitud de senderos para caminar y recrear la vista y también podéis disfrutar de un pequeño viaje en el teleférico que, aunque es un poco caro, merece la pena.